domingo, 13 de octubre de 2013

Capítulo 60. 'Algo dulce'.

‘Johanna Mason’.
Si Finnick Odair había pensado por un segundo que el Tercer Vasallaje iba a ser solo doloroso, estaba muy equivocado. Iba a ser mucho más que eso. Si salía vivo, cosa que empezaba a dudar, no saldría cuerdo. No después de haber perdido a su madre y a su mejor amiga.
Y ni siquiera Annie sería suficiente para sanarlo.
-      Finnick.
El chico se giró, envolviéndose en su albornoz blanco. Carrie estaba en la puerta, con los ojos anegados en lágrimas, mirándolo con lástima.
-      No llores – pidió, apartando la vista -. Eres una profesional.
La estilista se limpió los ojos con el dorso de la mano y se acercó a él con paso seguro, aunque el muchacho podía ver perfectamente el temblor de sus manos.
-      ¿Quién es tu mentor?
-      Darwin – respondió Finnick, pasándose una mano por el cuello -. Trigésimo Segundos Juegos del Hambre.
-      Ni siquiera sé quién es – admitió Carrie, apartando la mirada.
Finnick se quitó el albornoz y lo dejó sobre la camilla. Nunca se había sentido avergonzado de su desnudez, y menos en frente de Carrion, que había sido la primera persona que lo había visto completamente desnudo. Al fin y al cabo, había vivido de su cuerpo desde los Juegos.
-      ¿Cuál es el diseño de este año?
Carrie sonrió con tristeza, apartándose el pelo de los ojos.
-      Redes.
Finnick levantó las cejas, pero no dijo nada. Carrie sabía lo que hacía, siempre lo había sabido. De ella dependía la primera impresión de Finnick Odair.
-      ¿Cómo lo ves? El Vasallaje – preguntó Carrie, mientras comenzaba a arreglarle el pelo.
-      Veinte por ciento para mí. Veinte por ciento para Katniss Everdeen. Veinte por ciento para Brutus. Cuarenta para Johanna.
Carrion soltó una carcajada.
-      ¿Cuarenta para Johanna? ¿Ni siquiera otro veinte para Gloss?
-      Johanna puede con Gloss.
-      ¿Entonces, crees que va a ganar Johanna?
-      Me gustaría pensar que sí.
Y era cierto. Él quería volver con Annie, y haría todo lo posible por volver con ella, pero si moría en el intento, le gustaría que fuese Johanna la que saliese viva de los Juegos. Era lo justo.
La simple idea de salir de la Arena sabiendo que Johanna y Mags morirían le producía escalofríos. No podía pensar eso, no debía. Eran su familia. Su mejor amiga y su madre. ¿Qué clase de persona era?
‘Una pieza más en los Juegos’, pensó, cerrando los ojos.
-      ¿Carrie?
-      ¿Sí?
-      ¿Dónde están los pantalones que traía puestos?
-      En la otra sala.
-      ¿Me harías un favor?
Carrion se separó del muchacho, con el peine apoyado en el mentón mientras observaba su pelo.
-      Mmm.
-      Hay un trozo de papel doblado en el bolsillo trasero. ¿Puedes llevarlo a mi habitación durante el desfile?
Carrie lo miró a los ojos.
-      Por supuesto. Y ahora cállate, estoy tratando de salvarte la vida.
Finnick hizo una media sonrisa y cerró los ojos mientras se dejaba hacer.
Carrion dio vueltas a su alrededor durante media hora, disponiendo cada mechón de pelo en una posición determinada. Al menos una hora recubriéndole el cuerpo de maquillaje. Y otra hora recubriendo su cuerpo con una red, aunque ‘recubrir’ no sería el término adecuado. La red dejaba a la vista prácticamente toda la piel, exceptuando la cintura y la entrepierna. Finnick sabía lo que Carrie había planeado con eso: si Odair vivía de su cuerpo, que sobreviviese gracias a él.
-      Sonríe, Finnick. Una sonrisa tuya es una cola de patrocinadores, no lo olvides.
Finnick practicó su mejor sonrisa frente al espejo, pero la voz de Annie gritando mientras las puertas del tren se cerraban no le dejaba concentrarse en parecer cómodo sonriendo. No podría hacerlo.
‘Eres Finnick Odair, puedes hacerlo. Tienes que hacerlo’.
Carrion le tendió la mano y lo sacó de la habitación. A los pocos minutos, Yaden salió de otra habitación acompañado de Mags, que también tenía una red como traje de presentación, aunque su red cubría bastante más piel que la de Finnick. El chico suspiró, mirando a su madre a los ojos. ¿Cómo podía aquella anciana haber aceptado tan pronto que tenía que morir?
-      ¿Preparados? – musitó Carrie, pasándose la mano por el pelo.
Finnick asintió y le tendió la mano a Mags, que se la cogió sin dudas y con firmeza.
El piso de abajo estaba prácticamente lleno cuando llegaron. Finnick vio a los hermanos Gloss y Cashmere hablando con sus estilistas, con sendos ceños fruncidos. Brutus estaba apenas unos metros más alejado, con la mirada clavada en la puerta. Y, unos metros más allá…
-      Ahora vuelvo – dijo Finnick, soltando la mano de Mags.
-      Pero Finn…
Finnick comenzó a andar con paso acelerado, ignorando la protesta de Carrie. Cuando llegó hasta ella, la chica se dio la vuelta y lo miró con una ceja levantada.
-      Dos cosas – dijo, antes de que el chico pudiese abrir la boca -. Primera: ni se te ocurra decir algo con tono de lástima. Y segunda: si dices algo de esta cosa que llevo puesta, mueres antes de entrar en la Arena.
El chico levantó una de las comisuras de la boca. Johanna Mason no se dejaba amedrentar por absolutamente nada.
-      Yo también me alegro de verte, Jo.
-      Yo me alegraría si viese a mi amigo Finnick, no a un Odair gigoló. Dime, ¿qué pasa si tiro de la red?
-      Pues que verás lo que medio Capitolio espera toda su vida para ver.
-      Eso será si consigo encontrarlo, Odair.
Finnick observó a Johanna. Decir que su traje era ridículo sería quedarse muy corto, aunque ella lo llevaba con dignidad. No le quedaba opción, de todas formas.
-      Johanna…
-      He dicho que nada con tono de lástima. Eso tiene tono de lástima.
-      Está bien – gruñó Finnick, desviando la mirada hacia los caballos.
Había un cuenco de azucarillos junto al carro. Sonrió, recordando a Annie metiéndose uno en la boca. Alargó la mano para coger un puñado.
-      ¿Quieres uno?
-      No me gustan las cosas dulces – dijo Johanna -. Ya sabes, soy…
-      … amarga como el café.
Johanna intentó golpearle el hombro con el puño, pero el traje era demasiado rígido y frenaba sus movimientos. Finnick soltó una risotada.
-      Un árbol. Un maldito árbol. Mi estilista es imbécil.
-      Distrito 7.
-      Tú eres del distrito 4 y no vas vestido de pez. Aunque cualquiera lo diría, con esa cara. Claro, que eso no es un disfraz…
Finnick se metió un azucarillo en la boca y sonrió.
-      ¿Insinúas que tengo cara de pez, Mason?
-      De pez payaso. Y ahora lárgate, tengo que concentrarme en que no se me pose ningún pájaro en las ramas. Dios mío, nunca pensé que diría algo así. Qué tontería.
Finnick se inclinó para darle un beso en la mejilla que la chica no pudo esquivar debido al traje. El chico se alejó, sonriendo mientras escuchaba las quejas de su amiga a su espalda. Entonces, vio a alguien, a alguien a quien tenía ganas de conocer. Estaba de espaldas, acariciando las crines de uno de los caballos de su carro. Se acercó con sigilo, aunque el roce de la red no ayudaba. Katniss Everdeen se giró antes de que Finnick pudiese acabar de meterse un nuevo azucarillo en la boca.
-      Hola, Katniss.
La chica apretó la mandíbula antes de contestar. Se le daba bien ocultar que no le gustaba lo más mínimo.
-      Hola, Finnick.
Finnick se preparó mentalmente para retomar su papel de seductor nato. Respiró hondo.
-      ¿Quieres un azucarillo? Se supone que son para los caballos, pero ¿a quién le importa? Tienen muchos años para comer azúcar, mientras que tú y yo… bueno, si vemos algo dulce, mejor es aprovecharlo.
Katniss desvió la mirada hacia la mano del chico. Finnick esperó con paciencia. Sabía que con Katniss no iba a funcionar la seducción, porque una chica normal no habría apartado la mirada de Finnick Odair. Nunca.
-      No, gracias – concluyó ella -. Aunque sí me podrías prestar tu traje alguna vez.
Finnick sonrió, bajando la mirada hacia la sencilla red.
-      Me estás matando de miedo con ese atuendo– añadió él, frunciendo el ceño mientras observaba la malla oscura que llevaba la chica y preguntándose qué maravilla habría hecho su estilista esta vez -. ¿Qué ha pasado con tus preciosos vestidos de niñita?
-      Se me han quedado pequeños.
Finnick soltó una risita por lo bajo. Katniss Everdeen era exactamente como había pensado que sería. Una chica que intentaba esconder el odio que sentía hacia el Capitolio y los Juegos detrás de una cara que gustase a todo el mundo. Era una especie de versión femenina de sí mismo. No quería decir que fuesen iguales, sino que ambos usaban la misma máscara para ocultarse.
El chico alargó una mano hacia el cuello de su traje, acariciándolo con los dedos.
-      Una lástima lo del Vasallaje. Podrías haber triunfado como nadie en el Capitolio. Joyas, dinero, lo que hubieses querido.
-      No me gustan las joyas y tengo más dinero del que necesito. ¿En qué gastas el tuyo, Finnick?
Finnick sonrió, pensando en la cantidad de dinero que había gastado en convertir la cueva de Annie en su cueva. En comprar los muebles y un barco para transportarlos a través del mar, rodeando casi todo el distrito. Pero nunca había alardeado de su riqueza, nunca se había jactado de ella.
-      Bueno – suspiró -, llevo muchos años sin vivir de algo tan ordinario como el dinero.
Katniss entornó los ojos.
-      ¿Entonces cómo pagan por el placer de tu compañía?
Finnick Odair se acercó unos centímetros a ella, mojándose los labios con la lengua.
-      Con secretos – Se inclinó un poco más, casi rozando su nariz. Podía sentir la incomodidad de Katniss Everdeen fluyendo por sus poros -. ¿Y tú, chica en llamas? ¿Tienes algún secreto que merezca mi tiempo?
Finnick vio un ligero rubor en las mejillas de la chica en llamas y sonrió para sí. Sin embargo, para su sorpresa, ella no se apartó.
-      No, soy un libro abierto – admitió, cerrando los ojos con inocencia -. Todos parecen conocer mis secretos antes que yo misma.
El chico se apartó, sonriendo, y pudo ver al instante cómo Katniss Everdeen se relajaba.
-      Por desgracia, creo que es cierto – Finnick levantó la vista sobre el hombro de Katniss y vio a Peeta, que caminaba hacia ellos. Suspiró -. Ya viene Peeta. Siento que tuvierais que cancelar vuestra boda – Pensó en Annie, y en que él también había tenido que cancelar la suya -. Sé lo muchísimo que debes sentirlo.
Se dio la vuelta y regresó con Mags, Carrie y Yaden, que seguían junto al carro. Finnick se metió un último azucarillo en la boca antes de dárselos a los caballos.
-      ¿Oana? – preguntó Mags, tirando de su muñeca.
-      Está bien – susurró Finnick, dándole un beso a Mags en la frente.
Carrie puso una mano en la parte baja de la espalda de Finnick, empujándolo suavemente para que subiese al carro. El chico tendió la mano hacia Mags, que subió junto a él.
-      ¿Estás bien tú? – preguntó, inclinándose hacia el oído de su madre.
La anciana asintió, aunque Finnick veía reflejada la tristeza en su cara. Hacía demasiados años desde la última vez que había tenido que subirse en un carro y sonreír como si todo estuviese bien.
Finnick le dio un apretón.
La música comenzó a sonar en el exterior, justo cuando el primer carro empezó a salir. Gloss y Cashmere pusieron sus mejores sonrisas y comenzaron a saludar.
Cuando le llegó el turno al carro del distrito 4, Finnick cerró los ojos y respiró hondo.
‘Eres Finnick Odair’, se dijo.
‘Vuelve, vuelve, por favor, vuelve…’.
Abrió los ojos, sonrió y se convirtió en el Finnick Odair que todos querían ver.


*Hoooooooola, getecilla, ¿cómo os va todo? Como alguno ya sabréis, bueno, siempre que ocurre algo importante hago un inciso en el fic para comentarlo, y hoy no iba a ser menos, porque... hay una cuchara/dragón/criatura/fucking-cute-fireduck que está en proceso de crecimiento right now, so... ¡Feeeeeeelizfelizfelizfeliiiiiiiiiiiz cumpleaños, Shen! Consejo: piensa que es tu cumpleaños, no pienses en que es domingo... y después lunPERDÓN, TÚ PIENSA QUE ES TU DÍA Y YA, ÑA. Well, pues eso, bicho, muchas felicidades. Que eres genial, srly, y, como le dije a L en su momento, una de las personas más increíbles que he conocido en mi vida. Las dos, jopé. Y no sé, man... Just wait for us today...
Love ya so much <3
Y espero que te guste este regalo, ña*. 

4 comentarios:

  1. El título debería haber sido "Algo amargo" porque, like always, Johanna es la clave (?) Cómo adoro a esa mujer. Me ha gustado ver el capítulo desde el punto de vista de Finn, porque esto ya lo he leído desde el de Katniss (aunque ahora no me acuerde mucho y mis libros estén a más de 3000 kilómetros). Tengo muchas ganas de leer la preparación para los juegos. Muchas. Y el inicio de los juegos, obviamente. Y el beso con Peeta, sí, eso principalmente.

    Mi amor hacia ti florece (porque soy un tulipán *guiño* *guiño*)

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  2. Hola Cielo!
    Wow hace mucho que no leía uno de tus capítulos y ¡Cuanto los extrañaba! enserio no vuelvas a irte tus capítulos son esenciales para mi. Bueno como siempre estuvo fantástico sigue así y espero el próximo capitulo.

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  3. MASON, BITCHES. Relájate, Lalasá, c’mon. NO, NO PUEDO. Johanna, Deja de arruinar todos mis feelings.

    Well… Ordenemos mis ideas de mentalmente descerebrada. Digo, desorientada. Yes, man, lo estoy releyendo y slkjvnasbjn como la primera vez, jo. JO(HANNA). Ok, no.

    La verdad es que leyendo CF no me dio por pensar en la situación de Finn en el Vasallaje con Mags, Johanna y Annie fuera esperando. Es muy hardcore… Entendiendo eso como doloroso.

    “El chico se giró, envolviéndose en su albornoz blanco.” Carrie lloraba porque Finn se había tapado… Y porque no iba a poder vestir a ese man nunca más, ni desnudarlo. Ehé. Nah, eso lo haría la zorra de Radis. Daaaaaaaaaaaarwin me cae bien sin salir, méh. Cuando acabes ETDUHS comento something more about Carrion (recuérdamelo… Y LEE). No me mola que Carrie diga ‘redes’ con tan poco entusiasmo… A ver, mujer, sé que tienes al hombre más sexy de Panem en pelotas delante, pero HAZ ALGO, tía. Vale, si lo tiene desnudo debe ser horrible pensar en taparlo más de un centímetro, pero you know what I mean. Carrie, ENFERMA.

    ‘Veinte por ciento para mí. Veinte por ciento para Katniss Everdeen. Veinte por ciento para Brutus. Cuarenta para Johanna’ Bitch, pls… Adictos 20 por ciento. JOHANNA RULES THE FUKING WORLD. Por cierto, Carrie perdió todo el cariño que le tenía al soltar esa carcajada… Menospreciar a Johanna solo cuando ella quiera, psé. And… Johanna puede con Katniss, Brutus, Gloss, Finnick, Snow y Buttercup todos juntos, que quede claro.

    ‘¿Dónde están los pantalones que traía puestos?’ Finn y sus problemas con los pantalones. ‘Y ahora cállate, estoy tratando de salvarte la vida.’ Te estás montando una película porno mental, no mientas. Por eso tarda tres horas en ponerle una simple red… Sure. Carrie… Finn no necesita sonreír para tener colas de patrocinadores, ya se los ha tirado a todos. No piensas, descerebrada.

    Man, me imagino a Mags con una red al estilo Finn y me despiporrNO, NO PUEDO DESPIPORRARME PORQUE YOU KNOW… Siesta eterna. Ay.

    Hoy me ha dado por pensar en cosas que nunca he pensado y… ¿Cómo será la historia de Gloss y Cashmere? Primero uno va a los Juegos, luego el otro y luego los dos… Qué horror. ¿Y por qué Chaff es ‘un Haymitch’? ¿Y qué será de los hijos de Cecelia? Ay. [Posibles fics... EJEM]

    Now… TUPIDO VELO ‘CAUSE MASON IS COMING.

    Es la única persona capaz de parecer amenazadora con los poderes de árbol activados… Ok, no. Yo creo que Snow obligó a su estilista (quizás es una de sus nietas o de sus hijas, who knows…) a vestirla así para que la gente se mofara de ella y le salió fatal. O a Snow le ponen los árboles y plantas. Ajá.

    Fucking perfect conversación entre Finn y Jo, mate. Nada que decir, añadir, comentar, whatever… Just that I fucking love it and I fucking love ya por escribirla. Tío, es que los sarcasmos de Johanna… LA VIDA. Y luego destrozas todo mi amor con lo de los azucarrillos y Annie, LO DESTROZAS COMO A MI CORAZONCITO, DUCK. FOOOOOOOOOCK. ‘Tú eres del distrito 4 y no vas vestido de pez’ CANNOT DEAL WITH IT. Seguro que a Johanna se le posan patos en las ramas, yep.

    El roce de la red… WHERE? ¡¿CON SU TRIDENTE?! Si no hay casi red, tiene que ser eso... Ehé. Esta conversación desde el punto de vista de Finn es demasié para yo. ‘Introducir ña con entonación de miau’.

    As I told ya… La explicación de cómo metió los muebles era MUY necesaria. But… El tío que pilotaba el barco sabe donde está la cueva. Ese tío de lo dice a Snow. Snow pone cámaras. Snow ve porno. Snow pone ojos de Joey. Snow va a por Annie. HOLY SHIT.

    ‘Sé lo muchísimo que debes sentirlo’ Antes me lo tomaba como una coña, pero ahora no y… y… Ña. Man, deja de hacer que todo encaje a la perfección, GRACIAS.

    And, again… Shoro por Gloss y Cashmere porque estarán igual o peor que Finn y Mags y.

    PD: Espero que esto contribuya a mejorar tu martes un poquito más.
    2PD: ‘Make them pay for it’. Ña. Aunque sigo sin verlo.
    3PD: Comentario descerebrado. Mucho. Espero que lo entiendas más o menos.
    4PD: Daaaaaaaaaaaaaaaaaydreaming with the next capiduck.
    5PD: Perdón por el retraso, en ambos sentidos.

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  4. Lo que he tenido que borrar del otro porque YOLO: MASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASONMASON, BITCHES.

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