viernes, 5 de julio de 2013

Capítulo 43. 'Infinito'.

Annie observó a Mags con los ojos desorbitados. Jamás la había oído gritar, ni comportarse como lo estaba haciendo, como si sintiese rabia contra todo el mobiliario de la habitación.
Si ella hacía eso, era porque había algo realmente mal.
Annie se metió debajo de la cama, asustada. Escuchaba a Mags llorar (a Mags, a la que nunca había visto llorar) y moverse por la habitación, golpeando los muebles. Balbuceaba para sí,cosas sin ningún sentido, como si estuviese hablando un idioma completamente diferente. Annie se tapó los oídos. Le recordaba a los susurros que, un año atrás, las sombras habían murmurado a su alrededor.
-         ¡Mags! – chilló Finnick.
Annie vio los pies del chico entrar en la habitación, y después sus rodillas al ponerse junto a Mags, que había caído al suelo, lloriqueando. Dexter también estaba allí, sujetando a la anciana.
-         Mags, tranquila – susurraba Dexter.
Por el contrario, Finnick era todo nervio.
-         ¡Mags! ¡Mírame, hey! ¿Estás bien?
Annie sacó la cabeza. Mags estaba tirada en el suelo, moviendo la boca. Las lágrimas habían hecho surcos brillantes en sus mejillas, y los ojos de la mujer estaban muy abiertos. Annie sintió que estaba viendo algo muy parecido a lo que el resto debía ver en ella.
-         Finnick, apártate un segundo – ordenó Dexter, poniéndole las manos a Mags en el cuello -. Solo un momento.
Finnick hizo lo que el hombre le pedía, apoyándose en la cama, muy cerca del lugar donde Annie estaba escondida. La chica alargó la mano hasta coger la suya, provocando que Finnick saltara, apartándose. Annie se encogió.
-         ¿An? – preguntó Finnick, tumbándose en el suelo para mirarla.
Annie alargó la mano de nuevo, con miedo de que él volviera a apartarse. Pero esta vez no lo hizo, sino que extendió su brazo hasta enroscar los dedos con los suyos. Annie vio que le sudaban las manos, además del temblor.
-         ¿Qué haces ahí? – preguntó él.
-         Me he asustado – admitió ella -. ¿Está Mags bien?
Finnick cerró los ojos, tragando saliva. Annie entendió que no, que algo iba mal.
-         ¿Qué pasa, Finn?
-         Sal de ahí, por favor – pidió.
Annie se arrastró hasta él. Una vez fuera, Finnick la ayudó a sentarse en el suelo y la abrazó, colocando los brazos a su alrededor, con la espalda de la chica sobre su pecho. Annie cogió una de sus manos y se la llevó a los labios.
Mags estaba sentada en el suelo, mirando a Dexter con los ojos llenos de lágrimas. Tenía una mano en la garganta.
-         Mags, tranquila. Intenta tranquilizarte – murmuraba el hombre, mirándola directamente a los ojos.
-         Pe… no… ar… - Mags abrió más la boca, como si quisiera decir algo pero no supiera cómo.
Annie la observó. No le gustaba. No le gustaba nada verla así. ¿Qué le habría pasado? Pensó en Snow. Le daba tanto miedo Snow… ¿Podría haberle hecho algo a Mags?
-         ¿Annie?
La chica se recostó sobre Finnick. Mags parecía más calmada, incluso había dejado de llorar. Dexter tenía ese don, calmar a la gente, hacerla sentir bien incluso cuando todo era un desastre.
-         ¿Por qué le has pegado antes? – musitó Annie.
Finnick respiró hondo antes de contestar.
-         Pensaba que había hecho algo malo, estaba seguro, pero… Dex es de fíar.
Annie sonrió para sí. Dexter era su amigo. No quería que Finnick lo pegase, ni que desconfiara de él. Quería tenerlos a todos.
-         Está bien – concluyó Annie, girándose -. ¿Estás tú bien?
Finnick la miró a los ojos. Annie siempre se quedaba fascinada con los ojos de Finnick. Había visto ojos preciosos a lo largo de su vida, pero los de Finnick eran diferentes. La manera en la que el azul intenso que rodeaba la pupila se fundía con el verde, dando un color semejante al del mar en verano, cuando el sol daba sobre él. Las vetas más oscuras que se introducían en la pupila. La manera en la que las largas pestañas hacían sombra sobre ellos.
-         No – respondió él, sincero.
-         Vete, Finn – aconsejó Dex, sin girarse. Seguía con los ojos clavados en la anciana -. Yo me ocupo de ella.
-         Pero…
-         ¿Crees que Mags quiere que la veas así? Vete. Cuando ella mejore, podrá explicártelo.
Finnick frunció el ceño, pero se levantó, tirando de Annie con él. La chica fue arrastrada fuera de la habitación, pero, antes de salir, dirigió una mirada hacia su amigo. Él estaba ayudando a Mags a levantarse, a pesar de que la mujer parecía haber perdido toda la fuerza.
-         ¿Podemos ir a la playa? – preguntó Finnick, con la voz ronca.
Annie casi estalló de emoción.
Así que, cuando, minutos después, estaba tumbada sobre la arena, se sentía casi completa. El calor, el sonido de las olas, la arena sobre su piel. Y Finnick.
El chico estaba tumbado junto a ella, con los ojos cerrados. Se fijó en los granos de arena que se tenía en el pelo, en la piel bronceada. Quiso alargar una mano para quitárselos, pero no se atrevió. Debía estar pensando. Sobre Mags, suponía. Así que, se irguió y sacó su cuaderno del bolso que había cogido antes de salir.

 Mags está m No debo escribir cosas malas. Dexter me dijo que este cuaderno tenía que ayudarme, y escribir cosas malas no lo hace. Así que yo no lo haré tampoco.
Pero he estado pensando en Mags. Algo no va bien con ella. Es un poco como yo, creo. No quiero decir que haya visto sombras ni nada de eso alguna vez en su vida, pero antes la he visto como supongo que Finnick me ve a mí. Y es raro. Porque yo quería huír de ella, me daba miedo, pero Finnick, Dexter, incluso Mags siempre están conmigo, nunca se esconden de mí.
Ella también estuvo en el sitio malo, como yo. Eso la hace más parecida a mí aún. Aunque no lo entiendo, en realidad, porque Finnick también estuvo allí.
En el sitio malo.
La Arena.
Ahora estoy tumbada en la ARENA, pero esto no es malo.
Porque no es malo, ¿verdad?
Pero allí también había agua. Y hacía calor.
 
Annie separó el lápiz del cuaderno. La Arena. ¿Por qué habían llamado así a un lugar tan horrible? Se tapó los ojos, intentando apartar de su mente las visiones de altas murallas, gigantescas olas y charcos de sangre, pero no desaparecían. Al contrario, las veía con más fuerza.

 ¿POR QUÉ TODO VUELVE?

 Sentía la sangre bombeando en sus oídos. Debería despertar a Finnick, pero él necesitaba ese momento, ese silencio para él. Para pensar.

 No importa cuánto tiempo pase,
o cuántos otros momentos haya.
Siempre vuelve.
Lo nuevo no sustituye a lo viejo.
El presente no se lleva el pasado.
Ni siquiera el futuro lo hace.
Porque el pasado es lo único fijo.
Lo único estable.
No importa cuántas personas haya,
o cuántas palabras hablen.
Siempre vuelve.
No pueden convencerte.
Los recuerdos regresan.
Uno detrás de otro,
o todos juntos.
Ni quiénes te hablan,
ni quiénes te besan,
no importa.
Siempre vuelve.

Annie soltó el cuaderno sobre la arena, con el estómago encogido. ¿Qué clase de angustia estaba sintiendo? ‘El pasado es lo único estable’. Eso era cierto. Es lo único que no se puede cambiar.
Annie se levantó, con el corazón palpitando con fuerza en su pecho. Caminó hacia el agua. Era lo único real.
Estaba fría.
Flotar. Recordaba flotar en el agua.
Annie fijó la vista en el horizonte. ¿Dónde acabaría el mar? Le gustaría verlo. El fin del océano. Podría llegar a verlo, si nadaba rápido…
-         ¡Annie!
La chica se dio la vuelta, justo para ver a Finnick corriendo hacia ella.
-         ¿An? – preguntó.
Annie volvió la vista de nuevo hacia el mar.
-         ¿Dónde acabará? – preguntó.
-         ¿A quién le importa?
-         A mí me importa. Todo tiene un fin. Hasta nosotros. Kit lo tuvo. Y mamá.
Finnick extendió los brazos hacia ella. Annie se acurrucó en ellos, apoyando la frente en el pecho de él.
-         ¿Por qué iba a ser el mar diferente?
Finnick la besó en la frente.
-         El mar es… infinito – dijo el chico -. No acaba porque… no tiene un principio tampoco.
-         Sí lo tiene. Empieza aquí.
El muchacho rió, abrazándola más fuerte.
-         No, An. El océano no empieza aquí. No empieza en ningún sitio. Por eso no termina nunca.
Annie se separó de él.
-         ¿Es por eso que nosotros morimos? ¿Porque tenemos un principio?
Finnick le dio un beso, cogiéndole la cara entre las manos. Annie sintió restos de arena en sus mejillas, pero no le importó.
-         Yo no quiero tener un final – admitió.
-         No lo tendremos. La vida es una rueda, Annie. Morir puede no ser el final.
Annie se estremeció. Kit sonreía cuando murió. ¿Lo sabría él? ¿Sabría él que la muerte no era un final, que no acababa todo ahí?
Finnick la abrazó de nuevo.

 Nada es más cierto
que estar vivos.
Aunque el pasado también sea real,
aunque el presente lo parezca,
aunque el futuro pueda serlo.
Vivir. Respirar.
Olvidar y recordar.
Querer, odiar.
La vida es una rueda,
y el mar es infinito.
Recordar,
solo para superar
y vivir otro día.


3 comentarios:

  1. Antes de nada, te recuerdo que esto lo escribí justo después del leer el capiduck, por si lees alguna cosa rara (?)

    Te debo muchos comentarios. Muchos. I know. Espero que me los perdones, PLEASE MOTHER OF FIREDUCKS. Vayamos al tema.

    Los capítulos de Annie van a arruinar mi vida, no es normal que me destroces de esta manera. Este ya es el segundo capítulo consecutivo de la descerebrada que me hace llorar. Y lo peor no es sólo llorar, es que me quedo tirada en la cama sin saber qué hacer ni quién soy ni nada. Sólo hay un enorme vacío, nada. Me parecía que tenías que saberlo, C.T. Duck.

    De verdad, es increíble lo que me haces sólo con palabras, el modo en el que me metes en la historia… Ay. Empiezo a odiarte, fucking bastard. I don’t want to feel like this.

    And… Tengo la sensación de que no te tomas en serio las cosas que te decimos por aquí, pero la forma en la que escribes es bestial, preciosa, fantástica, dolorosa. Nótese que no pongo el típico ‘perfecto o akjaskjbnab’, porque parece que son expresiones que hoy en día ya no dicen nada. Y eso, que luches por esto porque lo puedes conseguir. No es mucho, pero tienes todo mi apoyo.

    Quería decirte esto desde hace unos cuantos capítulos, pero lo voy dejando y… En fin. Me enamoraste con el primer fic que leí tuyo y, desde entonces, has ido creciendo a pasos gigantes hasta lo que eres ahora y es increíble estar aquí para leerlo.

    Cerramos el apartado ñoño porque tendré que empezar a comentar el capítulo ¿no?

    Pensaba que nos ibas a dejar un par de capítulos para respirar antes de meterte a destrozar a Mags, pero ya veo que no… JUM. ANNIE ES LA COSA MÁS MONOSA DEL MUNDO ESCONDIÉNDOSE DEBAJO DE LA CAMA, JOPÉ. Y luego me imagino la cara de Finn cuando le coge la mano y me despiporro. I can’t. EL ‘ABRAZO’ DE FINN Y ANNIE. GOD.

    Dexter ftw. Descripción minuciosa de los ojos de Finn ftw. La escena de la playa ftw. Srsly.

    Minuto de admiración a la maravilla que estás haciendo de la libreta de Annie. Aquí copiaría todas y cada una de las frases que has puesto porque me han llegado mucho, puede que demasiado. Creo que he leído la reflexión del ‘siempre vuelve’ como unas cinco veces, es brutal. Luego viene la reflexión sobre el principio y el fin de las cosas que me ha matado. Y cuando parecía que no podía ir a más, llega el momento final… Es la 1:03. Hace como una hora que lo leí. Sigo llorando.

    Aplausos para tú, por favor. Gracias por hacer esto. Gracias por decidirte a hacer un blog. Gracias por escribir.

    Love always, a proud Fireduck.

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  2. Bien. El comentario se me borró 3 veces. Comenzemos de nuevo, again (?)
    Perdón por no dejar el comentario en el capítulo anterior, Pato. Estoy a mitad de año y eso implica... EXAMENES EVERYWHERE. ¿Adivina de que tuve hoy? examen de Física. Nuestra hermosa física. La cosa mas hermosa deCACA EXTREMA.

    Admito que cuando leí el titulo pensé: OH MY GOD, CHARLIE, SAM, PATRICK. FINNICK Y ANNIE SINTIÉNDOSE INFINITOS MIENTRAS PASAN POR UN TÚNEL SUBMARINO.
    Mags sufriendo. Annie observándolo todo. Es increíble como vas encajando las piezas de En Llamas/Sinsajo. En realidad, es increíble todo. La manera en que te metes en los personajes, la historia, SU historia propia, es sencillamente algo único y que se disfruta mucho de leer.

    Creo que nunca, jamás, en mi vida, me voy a cansar de decir que Finnick y Annie es de las mejores parejas que leí. Por su historia, las cosas que pasaron juntos y a pesar de todo, siempre estuvieron unidos. Y en este Capiduck se ve reflejado muchísimo.

    "Pero he estado pensando en Mags. Algo no va bien con ella. " Leí mil veces esta frase. Le tengo muchísimo cariño a Mags, y verla sufrir es algo que me destruye por completo. Es una persona que siempre lo dio todo por el otro y que después sea así... IT'S UNFAIR.
    También lo es con Annie. Siempre recuerda la Arena, los Juegos, y todo el sufrimiento que implica ello. Ella, que es una persona tan dulce, recordando cosas tan horribles. IT'S UNFAIR x2.

    "Porque el pasado es lo único fijo.
    Lo único estable." THIS. THIS. Y MÁS THIS. Esta frase me llegó demasiado, Pato filosofa. ÑAÑA.
    "¿Es por eso que nosotros morimos? ¿Porque tenemos un principio?" Annie siendo adorable parte 32409545623095.
    "-Yo no quiero tener un final
    -No lo tendremos. La vida es una rueda, Annie. Morir puede no ser el final."
    ¿Llorar aun mas? ¿Al leer esto? Solo un poco.
    Creo que lo que quisiste a dar a entender es que Finnick y Annie nunca morirán. Y es muy cierto. Su historia es única y que personas como vos, que le armen un pasado así, es algo que no se puede expresar con palabras. Finn y Annie nunca se irán. Nunca tendrán un final.
    Mientras leía el capítulo mi madre entró a mi habitación y me vio llorando. Luego se alejó lentamente. Creo que quería que tenga mis minutos de desconsuelo en paz (?)
    Sé que últimamente estuve desaparecida. Ya me queda un día y tengo vacaciones de invierno. POR FIN. Voy a poder volver a estar un poco más en la computadora. Ña.
    Como siempre, sigue así Pato, nunca me voy a cansar de leerte. Gracias por escribir. Porque el cariño que le tengo a esta fic, a como escribes, y a todo en sí, es INFINITO.

    Chispis.

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  3. Escribes súper mega ultra bien. Me encanta tu novela y al ser de finnick y annie mejor. Es una de las mejores fanfics que e leído. Espero con ansias el próximo capítulo.

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